ALCACHOFAS A LA VINAGRETA

Ensaladas

INGREDIENTES

El jugo de un limón + 4 Alcachofas

 

Vinagreta

  • 5 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cebollas de verdeo, finamente picadas
  • 2 cucharadas de vino blanco
  • 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
  • 1/4 de cucharadita de mostaza de Dijon
  • 1 pizca de azúcar
  • 1 cucharada de perejil finamente picado

PREPARACIÓN

PARA PREPARAR las alcachofas deje hervir agua con sal en una olla y agregue el jugo del limón. Corte los tallos de las alcachofas para que queden planas y retire cualquier hebra que pueda quedar. Agregue las alcachofas al agua hirviendo y ponga un plato pequeño encima de ellas para mantenerlas sumergidas. Cocine a fuego bajo de 25 a 30 minutos o hasta que las hojas se puedan retirar fácilmente (Cuando se pinche la base con una brocheta y se sienta blanda). Sumerja rápidamente en agua fría y después escúrralas boca abajo.

 

PARA PREPARAR la vinagreta, caliente una cucharada del aceite en una olla pequeña, agregue la cebolla de verdeo y cocine a fuego bajo por 2 minutos. Déjela reposar y enfriar un rato y después agregue el vino blanco, el vinagre, la mostaza, el azúcar y el aceite restante poco a poco revolviendo sin parar, condimente con sal y pimienta e incorpore la mitad del perejil.

 

PONGA una alcachofa en cada plato y ábrala ligeramente. Vierta sobre ella la vinagreta permitiendo que se escurra entre las hojas y alrededor del plato. La vinagreta restante colóquela en un recipiente hondo aparte para que cada cual pueda humedecer las hojas con ella. Espolvoree el perejil restante sobre las alcachofas.

 

COMA las hojas una por una humedeciéndolas en la vinagreta y raspando la base de las hojas con los dientes. Cuando llegue a la mitad de la alcachofa retire las hojas pequeñas. Utilice una cucharita para retirar la pelusilla que queda en la base de la alcachofa. Así quedará libre el corazón de la alcachofa el cual se puede comer toda.

Las emociones también tienen que sanarse de la misma manera como lo haríamos si algo estuviera mal en nuestro cuerpo.

El problema de sentir miedo es que a veces nos paraliza, nos estresa de más o nos produce demasiados nervios si no lo sabemos manejar.

Seguramente alguna vez te ha pasado que se te van horas y horas frente al computador o frente a una hoja en blanco esperando que algo se ilumine dentro de ti y que por arte de magia te llegue una dosis de creatividad que te impulse a empezar a escribir o a cerrar una idea...