LANGOSTINOS EN CROCANTE DE COCO

INGREDIENTES

  • 24 langostinos
  • 1 taza de harina de trigo
  • 2 huevos
  • 2 cucharaditas de agua
  • 21/2 tazas de coco rallado deshidratado, sin dulce
  • Sal
  • Aceite para freír
  • Mayonesa con mango
  • 1 yema de huevo grande
  • 1/2 cucharadita de vinagre blanco
  • 3/4 taza de aceite vegetal
  • 1 cucharada de jugo de limón
  • 5 cucharadas de chutney de mango
  • 1 1/2 cucharadas de cilantro, picado
  • 20 gotas de ají, o al gusto

PREPARACIÓN

Eche media taza de sal marina en un recipiente hondo, agregue agua fría y disuelva. Ponga los langostinos congelados en esta mezcla hasta que descongelen por completo. Pélelos y límpielos, sin quitarles la colita. Con ayuda de un cuchillo retire cuidadosamente la vena oscura. Enjuague con agua fría corriente y seque bien con papel absorbente. 
Caliente el aceite en una olla de fondo pesado o freidora.
Condimente los langostinos con sal. Páselos rápidamente por la harina, luego por el huevo batido con el agua y, finalmente, por el coco rallado. Repita la operación hasta que los langostinos queden completamente cubiertos de coco. 
Fría en el aceite bien caliente por unos minutos hasta que estén dorados y crujientes. Escurra sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa y espolvoree con sal. 
Sírva los langostinos calientes, acompañados de la mayonesa.

 

Para preparar la mayonesa, eche la yema de huevo en un recipiente y bata con el vinagre y una pizca de sal hasta que se blanquee. Poco a poco agregue el aceite en un hilo delgado, y bata hasta obtener una mayonesa suave y homogénea. Incorpore el jugo de limón, el chutney de mango, el cilantro, la sal y el ají al gusto.

Las emociones también tienen que sanarse de la misma manera como lo haríamos si algo estuviera mal en nuestro cuerpo.

El problema de sentir miedo es que a veces nos paraliza, nos estresa de más o nos produce demasiados nervios si no lo sabemos manejar.

Seguramente alguna vez te ha pasado que se te van horas y horas frente al computador o frente a una hoja en blanco esperando que algo se ilumine dentro de ti y que por arte de magia te llegue una dosis de creatividad que te impulse a empezar a escribir o a cerrar una idea...