Y aunque a mi me falta un camino largo por recorrer, y ahí voy en mi propio proceso evolutivo, sí he notado que en esos momentos en los que paso unos días sin meditar, menos feliz me siento y más tiendo a buscar la realización en cosas externas o materiales. Pero cuando me pongo juiciosa con la meditación y la hago todo los días, siento que accedo a una fuente de plenitud y creatividad, y eso es una delicia.

Es como una fuerza más poderosa que tú, que viene desde adentro. Y esa fuerza es la que te permite realmente confiar en tu intuición. Y como te decía antes, lo otro maravilloso es que entre más medites más alto se vuelve el volumen de tu intuición, y más suave se vuelve esa mente crítica y eso te da una oportunidad de inclinarte por la voz que tú quieras escuchar.

Escogí hablar de la intuición en mi primer artículo de este nuevo blog porque es un tema que me apasiona y cada vez estoy más convencida de que es un camino útil y maravilloso que vale la pena explorar y compartir contigo.

Yo he leído mucho sobre el tema y, si es algo que te interesa, te recomiendo leer a Sonia Choquette que es, tal vez, una de las maestras más importante del mundo de la intuición y ha escrito alrededor de 20 libros sobre esto.